EN CONTRA DE LA TOLERANCIA
Está
interesante el texto sobre la tolerancia, pero al respecto, siempre he tenido
una instintiva reacción en contra.
Tolerar…tolerar…Es este un tema que genera verdadero conflicto interno,
pues se debate uno entre “aguantar” lo inaguantable, la muchas veces inconsecuencia del ser humano, que pretende
que veamos como natural lo que es abiertamente antinatural: “que el gay no
tiene la culpa de ser como es”; “que el drogadicto o el borracho es un
enfermito”; que el insoportable muchachito tal o cual es “súper activo”, y que
ponerlo en cintura es coartarle el libre desarrollo de su personalidad; que el
guerrillero o el paramilitar no ha recibido oportunidades de la sociedad, en fin, las agresiones de una y otra índole
que a veces nos toca enfrentar, cantidad
de cosas que tenemos que “tolerar”, para no ser tachados de duros,
insensibles, intransigentes, ultraderechistas, etc., etc. Creo que una de las
la enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo más difíciles de seguir es aquella de
“poner la otra mejilla”… Claro que cabe
también aquí ver en qué momento demanda uno mismo el ser tolerado por una u
otra razón, y viene aquello de que “vemos sólo la paja en el ojo ajeno y no la
viga en el propio”.
Bueno,
me puse como demasiado filosófica, pero es que este tema tiene mucha tela para
cortar.
Luz Dora Castrillón
Oct. 30 de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario