lunes, 28 de diciembre de 2015

PROVERBIOS SOBRE LA VEJEZ

PROVERBIOS SOBRE LA VEJEZ
Hay cuatro cosas viejas que son buenas:
Viejos amigos para conversar,
Leña vieja para calentarse,
Viejos vinos para beber y
Viejos libros para leer.
Émile A. Faguet

La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza.
                                                                                 Proverbio Hindú

Los árboles más viejos dan los frutos más dulces.   Proverbio alemán

El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.                                                             Gabriel García Márquez

Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.

                                                                            Ingmar Bergman

Los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, 
el comentario.                                                      Arthur Schopenhauer

Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes.
                                                                       William Shakespeare


Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, 
procuro hacerla enseguida.                                                                                             
                                                                                 Pablo Picasso


El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza.
                                                                                André Maurois

La vejez es un tirano que prohíbe, bajo pena de muerte, todos los placeres de la juventud.                                    François de La Rochefoucauld

A los viejos les gusta dar buenos consejos, para consolarse de no poder dar malos ejemplos.                                     François de La Rochefoucauld
 
Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara.
                                                Michel Eyquem de Montaigne

Envejecer es todavía el único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo.                                       Charles Augustin Sainte-Beuve


Nadie es tan viejo que no pueda vivir un año más, ni tan mozo que hoy 
no pudiese morir.                                          Fernando de Rojas

Todos deseamos llegar a viejos; y todos negamos que hayamos llegado.
                                                                Francisco de Quevedo

Si quieres ser viejo mucho tiempo, hazte viejo pronto.   -Cicerón

Cuando uno se hace viejo, gusta más releer que leer.    -Pío Baroja

En la boca del viejo todo lo bueno fue, y todo lo malo es.
                                                                                 -Baltasar Gracián

Nada nos envejece tanto como la muerte de aquellos que conocimos durante la infancia.                                                                               -Julián Green

El joven conoce las reglas, pero el viejo las excepciones.
                                                               -Olliver Wendell Holmes
 
En la juventud aprendemos, en la vejez entendemos.
                                                        -Marie von Ebner Eschenbach

La madurez del hombre es haber recobrado la serenidad con la que jugábamos cuando éramos niños.                                        Frederich Nietzsche

El viejo no puede hacer lo que hace un joven; pero lo que hace es mejor.
                                                                       -Cicerón

Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar.                                                                                      -Ernest Hemingway
 
Los que en realidad aman la vida son aquellos que están envejeciendo.
                                                                     -Sófocles


La vejez existe cuando se empieza a decir: nunca me he sentido tan joven.
                                                                     -Jules Renard
 
La vejez nos arrebata lo que hemos heredado y nos da lo que hemos merecido.                                                                                     -Gerald Brenan

Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría 
día a día.                                                        -Ernest Hemingway

Un hombre no es viejo hasta que comienza a quejarse en vez de soñar.
                                                                -John Barrymore

Un hombre no envejece cuando se le arruga la piel sino cuando 
se arrugan sus sueños y sus esperanzas.                                                                                                                                                                  -Grafiti callejero
 
Viejo es quien considera que su tarea está cumplida. El que se levanta sin metas
 y se acuesta sin esperanzas.                     -Autor desconocido


 Cuando seas viejo en la carne, sé joven en el alma.  -Autor desconocido

¡Envejece conmigo! Lo mejor está aún por llegar.
                                                       -Robert Browning

Viejo  ( adulto mayor) es quien termina de leer todos estos proverbios, y no se acuerda de (casi)  ninguno. Por eso. ..si lo habían recibido, no importa, pueden releerlo… ¡No fue mi intención deprimirlos!

  

jueves, 3 de septiembre de 2015

QUÉDATE SEÑOR CONMIGO...

"Quédate Señor conmigo..."
Fray Damián de Vegas
Una hermosa oración para elevarnos a Dios y compartirla con los amigos.




Estate, Señor, conmigo
siempre, sin jamás partirte,
y, cuando decidas irte,
llévame, Señor, contigo;

Porque el pensar que te irás
me causa un terrible miedo
de si yo sin ti me quedo,
de si tú sin mí te vas.

Llévame en tu compañía,
donde tú vayas, Jesús,
porque bien sé que eres tú
la vida del alma mía;

Si tú vida no me das,
yo sé que vivir no puedo,
ni si yo sin ti me quedo,
ni si tú sin mí te vas.

Por eso, más que a la muerte,
temo, Señor, tu partida
y quiero perder la vida
mil veces más que perderte;

Pues la inmortal que tú das
sé que alcanzarla no puedo
cuando yo sin ti me quedo,
cuando tú sin mí te vas.


sábado, 4 de abril de 2015

SE HA PERDIDO UNA CRUZ-Ramón Cue, S.J. - Fragmento de Compraventa de Cristos

COMPRAVENTA DE CRISTOS-Ramón Cue, S.J. - Fragmento II

Se ha perdido una Cruz
¡Atención! Se ha perdido una cruz y no se da con ella, es la de mi Cristo roto. ¿Alguno de
vosotros, ha encontrado una cruz? ¿Queréis las señas? ¿El tamaño? No es muy grande, pero es una cruz y no hay cruz pequeña, además es una cruz para Cristo y entonces no hay modo de medirla, con estas señas basta porque en definitiva todas las cruces son iguales.
Perdonad pues mi insistencia, ¿Quién de nosotros no ha encontrado una cruz? Mejor dicho: ¿Quién no tiene una cruz? Es un derecho de propiedad irrenunciable que se está ejerciendo siempre, todos la llevamos. La llevamos encima, a cuestas, aunque no se nos vea, aunque sonriamos.
A veces por oculta, es más pesada. Esta noche al acostarnos, no podremos dejarla colgada en la percha, al levantarnos mañana, no será necesario vestírnosla, saltaremos de la cama con ella ya puesta.
¿Que quién ha encontrado una cruz? Todos… todos, buenos y malos, santos y criminales, sanos y enfermos;  ni siquiera respeta a los que parecen desafiar el dolor con las carcajadas y juergas de su vida.
Esa pobre mujer, que repintada y aburrida espera sentada a la barra de la cafetería o arrimada a la esquina estratégica, lleva una pavorosa cruz a cuestas, pesa tanto, que se apoya recostándose en la esquina, es una cruz más pesada de lo que sospechamos y el que se acerca a ella buscando el placer, lo hace por huir de otra cruz. Hablan los dos, regatean, prometen, se arreglan al fin y allá van por la calle adelante, con prisa y con la cruz a cuestas, y cuando regresan, cuando ya han tratado de aplacar su hambre de felicidad, sienten defraudados que ha aumentado su cruz, que es mayor. En ella, asco y envilecimiento, en él, desolación.
Toda ciudad en definitiva es un bosque, una selva, una colmena de cruces, ¿Y sabes amigo por qué a veces nuestra cruz resulta intolerable? ¿Sabes por qué llega a convertirse en desesperación y suicidio? Porque entonces nuestra cruz, es una cruz sola, sin Cristo; solamente se puede tolerar cuando lleva un Cristo entre sus brazos.
Una cruz laica, sin sangre ni amor de Dios, es absurda, no tiene sentido, por eso, se me ocurre una idea: Yo tengo un Cristo sin cruz y tú tienes, tal vez, una cruz sin Cristo. Los dos están incompletos. Mi Cristo no descansa, porque le falta su cruz, tú no resistes tu cruz porque te falta Cristo. ¿Por qué no le das esta noche tu cruz vacía al Cristo? Tú tienes una cruz sola, vacía, helada, negra, sin sentido. Te comprendo, sufrir así es irracional y no me explico cómo has podido tolerarla tanto tiempo.  Tienes el remedio en tus manos… anda, dame esa cruz tuya, dámela, te doy en cambio, este Cristo sin reposo y sin cruz. Tómalo, es tuyo, dale tu cruz, toma mi Cristo; júntalos, clávalos, abrázalos y todo habrá cambiado.  Mi Cristo roto descansa en tu cruz, tu cruz se ablanda con mi Cristo en ella. Hemos encontrado una cruz, la nuestra, que resulta ser la de Cristo...


COMPRAVENTA DE CRISTOS-Ramón Cue S.J.-Fragmento I

A mi Cristo roto lo encontré en Sevilla. Dentro del arte me subyuga el tema de Cristo en la cruz. Se llevan mi preferencia los cristos barrocos españoles. La última vez, fui en compañía de un buen amigo mío. Al Cristo ¡Qué elección! Se le puede encontrar entre tuercas y clavos, chatarra oxidada, ropa vieja, zapatos, libros, muñecas rotas o litografías románticas. La cosa, es saber buscarlo. Porque Cristo anda y está entre todas las cosas de este revuelto e inverosímil rastro (pulguero en España) que es la Vida.
Pero aquella mañana nos aventuramos por la casa del artista; es más fácil encontrar ahí al Cristo, ¡Pero mucho más caro!, es zona ya de anticuarios. Es el Cristo con impuesto de lujo, el Cristo que han enriquecido los turistas, porque desde que se intensificó el turismo, también Cristo es más caro. Visitamos únicamente dos o tres tiendas y andábamos por la tercera o cuarta.

- Ehhmm ¿Quiere algo padre?
- Dar una vuelta nada más por la tienda, mirar, ver.
De pronto… frente a mí, acostado sobre una mesa, vi un Cristo sin cruz, iba a lanzarme sobre él, pero frené mis ímpetus. Miré al Cristo de reojo, me conquistó desde el primer instante. Claro que no era precisamente lo que yo buscaba, era un Cristo roto. Pero esta misma circunstancia, me encadenó a Él, no sé por qué. Fingí interés primero por los objetos que me rodeaban hasta que mis manos se apoderaron del Cristo, ¡Dominé mis dedos para no acariciarlo! No me habían engañado los ojos… no. Debió ser un Cristo muy bello, era un impresionante despojo mutilado. Por supuesto, no tenía cruz, le faltaba media pierna, un brazo entero, y aunque conservaba la cabeza, había perdido la cara.
Se acercó el anticuario, tomó el Cristo roto en sus manos y…

- Ohhh, es una magnífica pieza, se ve que tiene usted gusto padre, fíjese que espléndida talla, qué buena factura…
- ¡Pero… está tan rota, tan mutilada!
- No tiene importancia padre, aquí al lado hay un magnífico restaurador, amigo mío y se lo va a dejar a usted, ¡nuevo! Volvió a ponderarlo, a alabarlo, lo acariciaba entre sus manos, pero…no acariciaba al Cristo:  acariciaba la mercancía que se le iba a convertir en dinero.
Insistí, dudó, hizo una pausa, miró por última vez al Cristo fingiendo que le costaba separarse de Él y me lo alargó en un arranque de generosidad ficticia, diciéndome resignado y dolorido:
- Tenga padre, lléveselo, por ser para usted y conste que no gano nada,  3000 pesetas nada más.  ¡Se lleva usted una joya!
El vendedor exaltaba las cualidades para mantener el precio. Yo, sacerdote, le mermaba
méritos para rebajarlo… Me estremecí de pronto. ¡Disputábamos el precio de Cristo, como si fuera una simple mercancía! Y me acordé de Judas… ¿No era aquella también una compraventa de Cristo? ¡Pero cuántas veces vendemos y compramos a Cristo, no de madera, de carne, en él y en nuestros prójimos! Nuestra vida es muchas veces una compraventa de cristos.
Bien… cedimos los dos… lo rebajó a 800 pesetas. Antes de despedirme, le pregunté si sabía la procedencia del Cristo y la razón de aquellas terribles mutilaciones. En vaga e
incompleta información,   me dijo que creía procedía de la sierra de Arasena, y que las mutilaciones se debían a una profanación en tiempo de guerra.
Apreté a mi Cristo con cariño,  y salí con Él a la calle. Al fin, ya de noche, cerré la puerta de mi habitación y me encontré solo, cara a cara con mi Cristo. ¡Qué ensangrentado despojo mutilado! Viéndolo así me decidí a preguntarle:
- Cristo, ¡¿Quién fue el que se atrevió contigo?! ¡¿No le temblaron las manos cuando astilló las tuyas arrancándote de la cruz?! ¿Vive todavía? ¿Dónde? ¿Qué haría hoy si te viera en mis manos? ¿Se arrepintió?
– ¡CÁLLATE!— me cortó una voz tajante.
- ¡CÁLLATE, preguntas demasiado! ¡¿Crees que tengo un corazón tan pequeño y mezquino como el tuyo?!
¡CÁLLATE! No me preguntes ni pienses más en el que me mutiló, déjalo, ¿Qué sabes tú?
¡Respétalo!, Yo ya lo perdoné. Yo me olvidé instantáneamente y para siempre de sus pecados. Cuando un hombre se arrepiente, Yo perdono de una vez, no por mezquinas entregas como vosotros.
- ¡CÁLLATE! ¿Por qué ante mis miembros rotos, no se te ocurre recordar a seres que ofenden, hieren, explotan y mutilan a sus hermanos los hombres? ¿Qué es mayor pecado? Mutilar una imagen de madera o mutilar una imagen mía viva, de carne, en la que palpito Yo por la gracia del bautismo. ¡Ohh hipócritas! Os rasgáis las vestiduras ante el recuerdo del que mutiló mi imagen de madera, mientras le estrecháis la mano o le rendís honores al que mutila física o moralmente a los cristos vivos que son sus hermanos.
Yo contesté:
-No puedo verte así, destrozado. Aunque el restaurador me cobre lo que quiera, ¡Todo te lo mereces! Me duele verte así. Mañana mismo te llevaré al taller. ¿Verdad que apruebas mi plan? ¿Verdad que te gusta?”

- ¡NO, NO ME GUSTA!— Contestó el Cristo, seca y duramente.
- ¡Eres igual que todos y hablas demasiado!

Hubo una pausa de silencio. Una orden, tajante como un rayo, vino a decapitar el silencio
angustioso:
- ¡NO ME RESTAURES, ¡TE LO PROHIBO! ¡¿LO OYES?!
- Si Señor, te lo prometo, no te restauraré.
- Gracias— me contestó el Cristo. Su tono volvió a darme confianza.
- ¿Por qué no quieres que te restaure? No te comprendo. ¿No comprendes Señor, que va a ser para mí un continuo dolor cada vez que te mire roto y mutilado? ¿No comprendes que me duele?
- Eso es lo que quiero, que al verme roto te acuerdes siempre de tantos hermanos tuyos que conviven contigo; rotos, aplastados, indigentes, mutilados. Sin brazos, porque no tienen posibilidades de trabajo. Sin pies, porque les han cerrado los caminos. Sin cara, porque les han quitado la honra. Todos los olvidan y les vuelven la espalda. ¡No me restaures, a ver si viéndome así, te acuerdas de ellos y te duele, a ver si así, roto y mutilado te sirvo de clave para el dolor de los demás! Muchos cristianos se vuelven en devoción, en besos, en luces, en flores sobre un Cristo bello, y se olvidan de sus hermanos los hombres, cristos feos, rotos y sufrientes.
Hay muchos cristianos que tranquilizan su conciencia besando un Cristo bello, obra de arte, mientras ofenden al pequeño Cristo de carne, que es su hermano. ¡Esos besos me repugnan, me dan asco!, Los tolero forzado en mis pies de imagen tallada en madera, pero me hieren el corazón. ¡Tenéis demasiados cristos bellos! Demasiadas obras de arte de mi imagen crucificada. Y estáis en peligro de quedaros en la obra de arte.
Un Cristo bello puede ser un peligroso refugio donde esconderse en la huida del dolor ajeno, tranquilizando al mismo tiempo la conciencia, en un falso cristianismo. Por eso,
¡Debieran tener más cristos rotos, uno a la entrada de cada iglesia, que gritara siempre con sus miembros partidos y su cara sin forma, el dolor y la tragedia de mi segunda pasión, en mis hermanos los hombres! Por eso te lo suplico, no me restaures, déjame roto junto a ti, aunque amargue un poco tu vida.
- Si Señor, te lo prometo— contesté. Y un beso sobre su único pie astillado, fue la firma de mi promesa. Desde hoy… viviré con un Cristo roto.

viernes, 13 de marzo de 2015

Diagnóstico precoz

Diagnóstico precoz

 Los ricos mueren por exceso de atención médica


Entrevista realizada a Juan Gérvas, doctor en Medicina por Inma Sancis, publicada en La Vanguardia, en la que nos advierte de los peligros de la medicina preventiva. Juan Gervás de 64 años, vive en Madrid, casado con la doctora Mercedes Pérez, tienen 4 hijos y 8 nietos. Se ha jubilado, ha sido profesor de las universidades de Valladolid, Autónoma de Madrid y Johns Hopkins de EEUU, han firmado conjuntamente un libro titulado Sano y salvo (y libre de intervenciones médicas innecesarias).

¿Es verdad que la actividad del sistema sanitario es la tercera causa de muerte?

Sí, en EE.UU. causa 225.000 muertes anuales. En España los medicamentos tienen unos 19 millones anuales de efectos adversos y provocan la muerte a 6.500 pacientes. También se ha demostrado que cuando los médicos hacen huelga las muertes disminuyen un 45%. Y mis afirmaciones se basan en estudios científicos fiables.

¿No siempre es mejor prevenir?

Los daños de la prevención se perciben a largo plazo. Hoy sabemos que por ejemplo la terapia hormonal sustitutiva para eliminar los síntomas de la menopausia, utilizada por millones de mujeres, provoca infartos, embolias y cáncer de mama (55.000 nuevos casos en el Reino Unido).

Ahora se lleva el diagnóstico precoz.

Hoy se diagnostica antes y más, pero la mortalidad es la misma. El diagnóstico precoz no mejora el diagnóstico de muerte.

¿Entonces?

Produce algo terrible: hordas de supervivientes, por ejemplo de cáncer, que viven más tiempo con el diagnóstico pero no viven más.

Qué duro.

La autoexploración de mama no disminuye la mortalidad, pero duplica las biopsias. El cáncer de cuello de útero no disminuye por hacer citologías, pero se siguen haciendo diez millones de citologías al año en España. Si quiere disminuir el cáncer de cuello de útero, céntrese en la población marginada.

¿Y el cáncer de próstata?

Si quiere reducirlo, no haga el cribado de cáncer de próstata en personas que no tengan síntomas. Hay muchísimos cánceres inofensivos, histológicos, que se diagnostican y se tratan en nombre de la prevención.

¿Desaparecen solos?

Sí, o se quedan tranquilos. Y no son tumores pequeños, el de próstata puede representar el 60%, y el de mama el 47%, pero se quita el pecho, se hace radioterapia, quimioterapia, y la vida de esa mujer girará alrededor de un cáncer que nunca la habría matado.

Entonces, ¿qué hacemos?

Disminuirían muchos cánceres haciendo menos radiología y controlando los tóxicos industriales. Pero en este complejo mundo de intereses, deseos y expectativas cuajan propuestas de prevención imposible, de intervenciones sin justificación que dañan a la población con pruebas diagnósticas y los tratamientos consecuentes.

¿Por qué remiten solos?

Normalmente, los que remiten solos no dan síntomas ni molestias, somos nosotros los que los descubrimos. En el diagnóstico precoz no se parte de población con síntomas.

¿Qué me dice de las vacunas?

Hay vacunas necesarias, pero otras como las de la gripe, el virus del papiloma humano, el neumococo, el rotavirus o la varicela son puro negocio.

¿La vacuna de la gripe no es efectiva?

Durante la pandemia de la gripe A vacunaron a la población sueca (el beneficio teórico era 50 muertos menos) y produjeron 200 casos de narcolepsia en adolescentes.

Enfermos crónicos.

Lavarse las manos disminuye mucho la transmisión de la gripe, y el 40% de los médicos y enfermeras no lo hace. Pero la vacuna de la gripe no disminuye el contagio ni las muertes, no es eficaz en personas sanas ni en personas mayores de 65 años, lo ha publicado la revista The Lancet. A la gente mayor la atiborran de pastillas, como si ser viejo fuera una enfermedad, y eso le resta calidad de vida y a menudo la mata.

¿Y la epidemia de colesterol?

Su nivel de colesterol no tiene nada que ver con su pronóstico respecto a las probabilidades de tener infarto de miocardio, y la mayoría de dichos infartos se dan en personas con colesterol normal o bajo. Además, los tratamientos para bajar el colesterol sólo son eficaces en las personas que ya tienen problemas coronarios, en todos los demás casos el tratamiento es inútil y perjudicial. No se mida el colesterol, sea feliz, porque ser feliz y optimista añade ocho años de vida. Y practique la dieta mediterránea, que no consiste en tomar aceite de oliva a cucharadas, sino en poner un mantel, cubiertos y tener compañía: no coma delante del televisor. Y si está embarazada, disfrute.

¿Demasiadas ecografías?

Sí, y no están justificadas, ni los suplementos rutinarios de hierro y yodo. Estados Unidos, que es el país más intervencionista y el que más dinero gasta en la atención al parto, ha triplicando su mortalidad.

¿Es verdad que se muere por exceso de atención?

Sí, los pobres mueren por carencia de atención y los ricos por exceso. Un tac son 750 radiografías en un adulto y el doble en un niño. La radiación que recibió la población en Japón en la Segunda Guerra Mundial equivale a cinco tacs. ¡Ojo con los chequeos!

¿Y las vitaminas?

En los países ricos, los complementos vitamínicos son como mínimo inútiles y en muchos casos perjudiciales.

Esto ratifica lo que mucho hemos pensado y discutido sobre el daño enorme que causan los fármacos en general y lamentablemente,  cómo aparecen varias y hasta peligrosas enfermedades a partir de la Consulta Médica.

Al fin de cuentas, históricamente se ha demostrado que el organismo animal  se defiende solo, basta con que le demos lo que debe ser en alimentos y nutrientes naturales, sin procesamiento químico.
Como el cuerpo animal es un reservorio de bacterias y microorganismos, aplicarle medicamentos químicos es interferir en su armonía, romper su equilibrio que es al final la causa de muerte anticipada. Peor aún si lo bombardeamos con rayos X o con diversos químicos, utilizados en la labor médica de exploración o diagnóstico precoz.

Nunca es tarde para corregir y recuperar CALIDAD DE VIDA, porque la MUERTE FÍSICA nunca la podremos evitar.

Vivir mejor no es, necesariamente, vivir MÁS tiempo;  vivir más, sin calidad,  es simplemente existir…

Bienvenidos los Médicos, para mitigar enfermedades, para procurar “Calidad de Vida”, para ayudar a vivir mejor.

Para defendernos de la invasiva industria farmacéutica envía tu adhesión a:

plataformaicmi@comunicar.e.telefonica.net


Plataforma Internacional contra la Medicalización de la Infancia

Juan Pundik
Presidente



UNA CRUZ SENCILLA


LEÓN FELIPE
(1884-1968)

UNA CRUZ SENCILLA
Hazme una cruz sencilla,
carpintero...
sin añadidos
ni ornamentos...
que se vean desnudos
los maderos,
desnudos
y decididamente rectos:
los brazos en abrazo hacia la tierra,
el astil disparándose a los cielos.
Que no haya un solo adorno
que distraiga este gesto:
este equilibrio humano
de los dos mandamientos...
sencilla, sencilla...
hazme una cruz sencilla, carpintero.



EL CRISTO DE VELÁZQUEZ
Me gusta el Cristo de Velázquez. 
La melena sobre la cara...
 
y un resquicio en la melena
 
por donde entra la imaginación.
 
Algo se ve.
¿Cómo era aquel rostro?
 
Mira bien,
 
componlo tú.
 
¿A quién se parece?
 
¿A quién te recuerda?
 
La Luz entra
por los cabellos manchados de sangre
 
y te ofrecen un espejo.
¡Mira bien!... ¿No ves cómo llora?
 
¿No eres tú?... ¿No eres tú mismo?
 
¡Es el hombre!
El hombre hecho Dios.
 
¡Qué consuelo!
 
No me entendéis...
 
¿Por qué estoy alegre?
 
No sé...,
 
tal vez porque me gusta más así:
el hombre hecho Dios,
 
que el Dios hecho hombre.


domingo, 25 de enero de 2015

REFLEXIONANDO...


REFLEXIONANDO…

§  Niños en el asiento delantero pueden causar accidentes. Accidentes en el asiento trasero pueden causar niños.  
§  Si no puedes ayudar, molesta. Lo importante es participar.  
§  Si crees que el mejor camino para llegar al corazón de un hombre es por el estómago, es mejor que sepas que estás apuntando muy alto.  
§  Las mujeres son como las piscinas: sus costos de mantenimiento son muy elevados comparados con el tiempo que pasamos dentro de ellas.  
§  La mujer se casa pensando que él un día cambiará. El hombre se casa pensando que ella nunca cambiará. Ambos se equivocan.  
§  Nunca, bajo ninguna circunstancia, tomes una pastilla para dormir y un laxante al mismo tiempo.  
§  No te cases por dinero, puedes conseguir un préstamo más barato. 
§  Mi adorado viernes... te echaba de menos desde el lunes.  
§  Cuando una pareja de recién casados sonríe, todo el mundo sabe por qué. Cuando una pareja de diez años de casados sonríe, todo el mundo se pregunta por qué. 
§  Cuando un hombre le abre la puerta del coche a su esposa, usted puede estar seguro de una cosa: o el coche es nuevo, o la esposa es nueva. 
§  Le dije a mi marido que me llevara a ver Los Miserables, y nos quedamos una hora sentados mirando para el Congreso.  
§  Casarse por segunda vez es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia. 
§  Aprende a usar las tildes para diferenciar las palabras,  porque entre lástima y lastima hay 23 cms de diferencia.  
§  Unos se casan por la iglesia, otros por idiotas. 
§  El matrimonio es una cadena tan pesada que para llevarla hace falta ser dos; y a menudo, tres. 
§  Casarse está bien. No casarse está mejor... 
§  Un día leí que las drogas eran malas, desde ese día dejé de leer.  
§  El mejor matrimonio sería aquél que reuniese a una mujer ciega con un marido sordo. 
§  El día de San Valentín es aquel en el que muchos casados caen en la cuenta de lo mal tirador que es Cupido. 
§  Divorcios en 24 horas. Satisfacción garantizada o le devolvemos a su cónyuge.  
§  Lo que teme un hombre cuando piensa en el matrimonio no es atarse a una mujer, sino separarse de todas las demás. 
§  La comida más peligrosa es la tarta de bodas. 
§  La inteligencia me persigue, pero yo soy más rápido. 
§  Casi siempre que un matrimonio se lleva bien es porque uno manda y el otro obedece. 
§  El amor es un largo y dulce sueño, y el matrimonio es el despertador. 
§  Cualquiera se puede equivocar, inclusive yo.  
§  No hay mujer fea solo belleza rara. 
§  Pitágoras inventó los corpiños para que los senos no se escapen por la tangente. 
§  Huye de las tentaciones, despacio, para que puedan alcanzarte.


EL OSO HAMBRIENTO

EL OSO HAMBRIENTO

Cierta vez un oso hambriento deambulaba por el bosque en busca de alimento.
Era una época de escasez; sin embargo, su olfato aguzado percibió olor a comida y lo siguió sin dudar. El aroma lo  condujo a un campamento. Afortunadamente el campamento estaba vacío; pero el olor provenía de una enorme olla de comida que estaba sobre una hoguera.  Rápidamente se dirigió hacia la comida y, haciendo unos malabares, logro sacar la olla del fuego.

El oso abrazó con todas sus fuerzas la gran olla al mismo tiempo que metía su cabeza dentro devorando con avidez todo lo que contenía.  Mientras abrazaba la olla, comenzó a percibir algo que le estaba molestando. En verdad, era el calor de la olla que le quemaba las patas,  el pecho y todo lugar de su cuerpo donde estuviera apoyada la olla.

El oso nunca había experimentado esa sensación. Interpretó que el dolor de las quemaduras era como algo que le impedía comer,  o como si algo quisiera sacarle la comida. Entonces, rugiendo con todas sus fuerzas, apretaba su preciado tesoro. Y consecuentemente,  cuanto más la apretaba, más le quemaba la olla caliente, y más fuerte rugía.

La comida hirviendo que había devorado, sumado a las quemaduras, mataron al oso.  Cuando los cazadores llegaron lo encontraron muerto recostado contra un árbol y sujetando aun su olla.  Todavía mantenía la expresión de haber estado rugiendo.

Cuando terminé de oír esta historia me di cuenta que, en nuestras vidas,
muchas veces abrazamos ciertas cosas que juzgamos importantes. Algunas de ellas nos traen dolor; nos queman por fuera y por dentro,  y aun así, las seguimos considerando importantes. Tenemos miedo de abandonarlas, y ese miedo nos sumerge en una situación de sufrimiento!

Apretamos esas cosas contra nuestros corazones y terminamos derrotados por algo que protegemos, creemos y defendemos.

En la vida, a veces es necesario reconocer que no siempre lo que parece la salvación nos va a dar condiciones  de proseguir hacia la meta.

Tengamos el coraje y la visión que el oso no tuvo.  Saquemos de nuestro camino todo aquello que hace que nuestro corazón arda.


Suelta la olla! Y cuando logres soltarla, te darás cuenta de que puedes liberarte y, con seguridad, todo irá mejor...