¡DIOS MÍO, AYÚDAME!
En toda
necesidad, déjame acercarme a Ti con humildad, diciendo:
¡Dios
mío, ayúdame!
En
todos mis planes y proyectos.
¡Dios
mío, ayúdame!
En
todas mis necesidades, perturbaciones y tentaciones,
¡Dios
mío, ayúdame!
En mis
horas de soledad, cansancio y pruebas,
¡Dios
mío, ayúdame!
En mis
problemas, en mis angustias y pesadumbres,
cuando
mis expectativas fracasen;
¡Dios
mío, ayúdame!
Cuando
otros me fallen y solamente tu gracia pueda auxiliarme,
¡Dios
mío, ayúdame!
Cuando
mi corazón se sienta desconsolado por el fracaso,
al ver
que mis esfuerzos son inútiles,
¡Dios
mío, ayúdame!
Cuando
me sienta desesperado y mi cruz se haga muy pesada,
¡Dios
mío, ayúdame!
Cuando
me sienta solo y enfermo, y mi cabeza y mis manos
ya no
funcionen,
¡Dios
mío, ayúdame!
A pesar
de todas mis debilidades, y fallos
¡Dios
mío, ayúdame!
Y nunca
me abandones!
No
permitas que me quede donde estoy;
¡Dios
mío, ayúdame a llegar donde Tú quieres!
No hay comentarios:
Publicar un comentario