Por los caminos del legado histórico
Luz Dora Castrillón
Septiembre 1° de 2012
En un moderno y cómodo
bus de turismo, los asistentes a las clases sobre Patrimonio Cultural
impartidas por el Profesor Edgar Bolívar en la Casa Museo de Otraparte, tuvimos hoy la oportunidad de “descubrir”,
es mi caso, algunos lugares del patrimonio cultural nuestro, no por cercanos,
suficientemente conocidos por algunos de nosotros.
El primero de estos
lugares es la casa hoy convertida en museo, localizada en el Municipio de
Itagüí, y que perteneció a uno de los hijos del fundador de COLTEJER, don
Alejandro Echavarría. Fue la casa de
habitación de don Diego Echavarría Misas y de la dama alemana Dita (Benedikta)
Zur Nieden, casa que fue nombrada por don Diego “DITAIRES”, en honor de su
esposa.
Visitamos también la
Casa de la Cultura Miguel Uribe Restrepo situada en el Municipio de Envigado,
en la cual funciona, como su nombre lo indica, un centro de actividades
culturales en todas sus manifestaciones, y en donde sesiona el Concejo para la
Cultura del Municipio, uno de cuyos miembros es el joven Juan Camilo Villegas,
uno de nuestros compañeros de grupo.
Visitamos además el
parque y la Parroquia Catedral de Envigado, denominada de Santa Gertrudis. En el parque pudimos observar los últimos
toques a la escultura de Simón Bolívar, no en su representación habitual
ecuestre, sino de pie. Vimos cómo el
artista imprimía la pátina de pintura a esa bellísima escultura del Libertador.
Terminamos el Tour
disfrutando de un almuerzo típico en un tradicional restaurante llamada “El
Paraíso”, situado en la parte sur del parque.
De todo este
recorrido, lo que más que llamar mi atención, cautivó mi corazón, fue el impresionante
testimonio fotográfico que nos hizo adentrarnos en la intimidad de dos almas
grandes que habitaron los espacios de “Ditaires”, y que hoy son legado cultural
de los antioqueños.
Esa historia de amor
entre dos personas que, no obstante pertenecer a culturas tan distantes como la
europea y la latinoamericana, supieron por la fuerza del amor, unir sus acervos
intelectuales y culturales, y formar con su matrimonio una sólida entidad de
generosidad y filantropía. Estos seres
bondadosos por excelencia, fueron tocados, sin embargo, por el dolor de ver
partir a su única hija en la florescencia de su juventud. Me llamó muchísimo la atención la lindísima
nota de doña Dita citando a Tagore cuando estaba a punto de dar a luz a su niña
Isolda…
Sumada a la pérdida de
su hija, la tragedia visitó la vida de esta pareja ejemplar, cuando don Diego
fue encontrado asesinado y con visibles muestras de tortura, en el año de 1971.
La violencia que ha
azotado a nuestro país, nos ha de cierta manera acostumbrado a escuchar casi a
diario noticias de esta índole y nuestra mente colectiva las anota como una
estadística más. Se estremece uno al
pasar de un ligero conocimiento de semejante noticia, a volver a vivir con ellos
esta dura e injusta crueldad, que nos hace avergonzarnos de pertenecer a la
raza humana y en particular a esta raza “paisa”. Nos hace preguntarnos, cómo es posible que el
ser humano sea capaz de tan profunda y abyecta bajeza al cobrar su
resentimiento social, sin justificación alguna, a seres que, por el contrario,
han podido llegar a las más grandes alturas de bondad y de altruismo, con
quienes de cuyas manos a lo mejor en algún momento habrían sido tocados por su
magnanimidad y extraordinario espíritu, lo cual también, de alguna manera, vuelve
a congraciarnos con la humanidad.
En fin, que este ha
sido un día que podremos tener por largo tiempo en nuestra memoria, pues ha
sido oportunidad no sólo de conocer nuevos lugares, sino de hacer aflorar, y de
qué manera, nuestros más recónditos sentimientos. Gracias a Otraparte por este regalo.
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